http://eldiariodechihuahua.mx/notas.php?f=2012/04/23/&id=04580228131c019b616217ff3d26d5bc
Chihuahua—Industriales y comercializadores de tortillas, engañan a los consumidores vendiéndoles el producto hecho con maíz amarillo, transgénico y de baja calidad que se utiliza para el consumo animal y aunque el precio de la tonelada de maíz se ha mantenido estable, el de consumo humano continúa al alza, denunció Juan Pablo Rojas Pérez, secretario general de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM).
La tonelada de maíz en el Distrito Federal, actualmente se encuentra en 5 mil 250 pesos en promedio, incluso ha bajado respecto a finales de 2011. El precio de la tortilla en el DF se ubicó en 10.43 pesos a principios de año y al 11 de abril, se cotizó en 10.99 pesos, mientras que el promedio nacional pasó de 11.44 a 12.17 pesos.
“Cabe recordar que Bruno Ferrari, titular de la Secretaría de Economía, al justificar la importación de maíz, declaró que se realizaría con la finalidad de evitar la especulación y garantizar una estabilidad en el precio de la tortilla, incluso, mencionó importaciones del grano desde Sudáfrica, donde, presumió, que la tonelada de maíz blanco transgénico es más barata”, expresó Rojas Pérez, quien urgió la necesidad que las organizaciones campesinas y de productores rurales se reorganicen en un Nuevo Acuerdo Nacional para el Campo, con el establecimiento de cupos de importación y, sobre todo, ser partícipe en el establecimiento de regulaciones frente a la competencia desleal que vive el sector.
Rojas Pérez lamentó que la industria maicera no tenga la intención de establecer la Agricultura por Contrato, ya que sólo aseguró 750 mil toneladas de 3.5 millones de maíz blanco que ofrecen, tan sólo, los productores de Sinaloa, además dijo que las empresas compradoras de maíz blanco, desde diciembre de 2011, tienen la intención de recurrir a las importaciones en caso de no bajar los precios, que justamente demandan los productores de Sinaloa.
Apuntó que por lo regular el productor tiene todas las de perder, ya que al entregar el grano en la báscula, los industriales y comercializadores ejecutan castigos por grano dañado, humedad y otros factores de calidad, que ellos mismos imponen con parámetros, siendo juez y parte en la determinación de la calidad del producto e imponiendo castigos en detrimento del precio.
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