Periódico La Jornada
Jueves 7 de junio de 2012, p. 47
Jueves 7 de junio de 2012, p. 47
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa) autorizó ayer a la empresa Monsanto el primer cultivo comercial de transgénicos: producirá soya en 253 mil hectáreas en seis estados del país. Esto ocurre pese al rechazo de científicos mexicanos y productores que demandaban establecer el principio de precaución.
En un comunicado divulgado por la noche, la dependencia informó que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) emitió el permiso de liberación comercial de soya genéticamente modificada para
una superficie potencial de siembra de 253 mil 500 hectáreas en los estados de Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz y Chiapas, con el cual se podrán utilizar 13 mil 75 toneladas de semilla del evento MON-04032-6.
En Argentina, uno de los principales países productores de soya transgénica, se han detectado incremento de casos de cáncer, malformaciones y abortos, en regiones cercanas a donde se cultiva este alimento.
La semilla que comercializa Monsanto está asociada al uso del herbicida glifosato, al cual se le atribuyen tales efectos en las poblaciones, señaló Andrés Carrasco, investigador de la Facultad de Medicina de Buenos Aires(La Jornada, 7 de mayo 2012).
El permiso se dio, pese a que la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad demandó a las autoridades fijar el principio precautorio sobre el cultivo de soya transgénica en Yucatán y Chiapas. Advirtió que afectará la diversidad de especies de abejas, de las cuales hay en el país mil 800 variedades nativas.
En una carta enviada hace unas semanas al titular de la dependencia, Francisco Mayorga, así como a los secretarios de Medio Ambiente, de Salud y de Economía, advirtieron que de otorgar el permiso a la más grande productora de transgénicos en el mundo, sería inevitable la afectación a la calidad y al mercado de la miel de abeja.
En el mismo sentido se manifestaron productores de miel de la región y organizaciones ambientalistas. Además de la soya, en México hay pruebas experimentales de otros productos.
Ahora es la soya pero esto significa abrirle las puertas a otras plantas.