¡¡¡Bienvenidos!!!!

El maíz es más que un patrimonio, es parte de la naturaleza física y espiritual de América, llevada al resto del mundo.

Para muchas culturas, es el ancestro mismo.

Por eso este blog queda dedicado a todo lo que pueda reunir, entender y compartir del maíz, ahora y en el pasado.


viernes, 22 de octubre de 2010

Muñecas de hoja de maíz

Las fiestas de la cosecha estan por terminar. Y me atrasé al entregar estos datos. Pero creo que todavía pueden servir si compran hojas para tamal.



También es verdad que en otras culturas, es precisamente ahora cuando se hacen estas muñecas y que los grupos de apoyo a la mujer las han tomado como emblema desde mucho tiempo atrás.


Por el motivo que sea, hoy comparto la forma de hacer esta artesanía.


Debe poner a secar al sol o entre varias capas de papel periódico las hojas más tiernas de seis elotes. Cuando estén amarillas, estarán listas para usarse.

Para que se suavicen, rocíelas con agua tibia y guárdelas durante la noche en una bolsa de plástico.





Manténgalas entre toallas húmedas en lo que trabaja.


Para formar la cabeza de la muñeca, recorte las puntas de seis hojas; enrolle éstas juntas a lo ancho y después átelas con un hilo a 2 cm de un extremo.

Tiene que voltear el rollo y bajar hoja por hoja sobre el hilo hasta cubrir el nudo; empareje las hojas y amárrelas con un hilo justo abajo del bulto que se forma al doblar.

Para el cuello, ate alrededor del hilo una tira de hoja de 1 cm de ancho. Forme los brazos enrollando dos hojas alrededor de dos alambres delgados de aproximadamente 15 cm de largo.
Tiene que atar los extremos con hilo y recorte las orillas. Meta los brazos entre las hojas de adelante y las de atrás, justo debajo del cuello; que queden bien centrados.

Sosténgalos al torso con dos tiras de hoja, cruzándolas en forma de canana (cartuchera)por la espalda y el pecho, cada una por encima de un hombro y por debajo del otro.

Meta las puntas sueltas en la espalda y amarre unas tiras delgadas para formar las muñecas y los codos. También cruce una tira más ancha que la que colocó como canana encima de cada hombro, en la misma forma, y sosténgala en la cintura con una tira más.

Para la falda, ponga muchas hojas alrededor de la cintura de la muñeca, con los extremos anchos hacia abajo. Sosténgalas con un hilo y recorte los extremos.
Coloque una tira ancha de hoja sobre el hilo para formar el cinturón y átela con dos tiras angostas. Arregle la falda y después deje la muñeca parada varios días hasta que se seque completamente.

Pegue en la cabecita cabellos de elote para simular el cabello. Dibuje los rasgos de la cara con tinta.

lunes, 11 de octubre de 2010

Celebran Festival del Maíz en el Centro Mayapán

Celebran Festival del Maíz en el Centro Mayapán
Julio Antonio Molinet
El Diario de El Paso 10-10-2010 23:53

El ya tradicional Festival del maíz deleitó a los citadinos durante sábado y domingo en las instalaciones del Centro de la Mujer Obrera Mayapán.

Los organizadores del evento advirtieron que el mismo pretende rendir homenaje a uno de los más importantes frutos de la Madre Tierra que sirve para la alimentación humana.

La especialista Rudy Leyva explicó que, “desde hace más de nueve mil años los indígenas mexicanos comenzaron a domesticar el maíz”.

Comentó que el maíz silvestre era de muy poco tamaño, “su naturaleza no era más grande que una mano”. Entonces el espíritu del maíz hizo un pacto con el espíritu del hombre.

Según Leyva, ambos seres acordaron que el mortal iba a domesticar el grano, a cultivarlo, para satisfacer su necesidad de alimentación. De esta manera el maíz se comprometió a alimentar al hombre.

A partir de ese momento y en gratitud a las atenciones recibidas la mazorca fue ganando grandes proporciones, o sea, mayor tamaño.

Investigaciones arqueológicas han demostrados que los encargados de la tarea fueron los prehispánicos que habitaban el suroeste de México. Una zona que por sus características climáticas y geográficas favorecían su cultivo.

Relatan que antes del advenimiento del dios Quetzalcóatl, los aztecas sólo consumían raíces y animales. No conocían al maíz. El fruto se encontraba oculto detrás de las montañas por lo que los aztecas fueron a pedirle ayuda a la deidad cuyo nombre significa serpiente emplumada.

Fue así como se transformó en una hormiga negra y acompañado de una hormiga roja, marchó a las montañas. Luego de un largo camino lleno de tropiezos llegó hasta donde estaba el maíz tomó un grano maduro, regresó y lo entregó a los indígenas.

Los aztecas plantaron la semilla, la cultivaron y cosecharon. De esta manera, el preciado grano, aumentó sus riquezas. Desde entonces veneraron al generoso Quetzalcóatl y al maíz.

A la sazón, de similares historias, los indígenas consideraron que lo más sagrado que existe es la Madre Tierra.

Por eso cada año, en el Centro Mayapán, en diversas comunidades mexicanas, e incluso, a nivel mundial la Fiesta del Maíz es considerada una de las más importantes. En el convite paseño se supo que la celebración se equipara a la llamada Fiesta de la raza.

Fuente:
http://www.diario.com.mx/notas.php?f=2010%2F10%2F10&id=9578b5def255f04c36b94daaf9a209e9